lunes, 24 de septiembre de 2012

No hay nada peor que sentirse solo aun estando rodeado de gente.

Llegar a un nuevo lugar, lleno de emociones por comenzar una nueva vida, esperanzas de empezar una nueva etapa mejor, ilusiones por tener algo diferente, algo nuevo, algo fresco...

Sin embargo...cuando llevas unos días se te puede venir a la cabeza la expresión "ten cuidado con lo que deseas, porque se podría cumplir". De repente te das cuenta de que realmente todo es diferente. De que no tienes lo que tenías. De que has llegado a un lugar frío, en el que las relaciones son meras apariencias para pasar la mañana, de que necesitas a los tuyos cerca, de que estás rodeado de conocidos, y no de amigos. Y es en ese momento en el que te entra el MIEDO, a los distanciamientos, a los cambios, al no adaptarte, y sobre todo... miedo a perder a quienes siempre estuvieron ahí.