martes, 30 de julio de 2013

Frágiles #2

Dicen que la memoria se puede trabajar como un músculo, pero ¿qué infeliz quería recordarlo todo? ¿Quién no firmaría ya por tener una amnesia como un piano? El que recuerda demasiado es un peligro público, corre el riesgo de quedarse estancado entre los malos recuerdos, de no poder deshacerse nunca de ese miedo que tanto quiere olvidar, ese gran miedo que puede hacerle perder lo que más quiere. Somos demasiado humanos. Deberíamos imitar más a esos peces que no recuerdan nada y vivir sólo el  presente. Pero no seamos tan injustos con la pobre memoria: también puede ser una gran aliada. “Ya caíste en aquella piedra”- te dice al oído, y a nadie le gusta volver a sentirse como el mayor imbécil de la Tierra.
Mi memoria debe tener algo estropeado: a veces me falla y no queda rastro de errores ni miedos, sólo me acuerdo de lo bueno, lo cual no está nada mal. Cuando me pasa lo que hago es dejarme llevar y rezar porque esta vez la caída duela un poco menos, y con un poco de suerte, mañana ni acordarme.
-Frágiles

martes, 23 de julio de 2013

Frágiles.


"Que las pequeñas cosas no te engañen: son pequeñas, pero no sencillas, tienen trampa. Y es que esas pequeñas cosas no sirven de nada si no las compartes con alguien a quien quieres, porque solo cuando las compartes, las pequeñas cosas pasan convertirse en auténticas joyas. Las joyas de verdad no están en los museos ni en las cajas fuertes; las joyas de verdad no brillan ni deslumbran; las auténticas joyas no son las que te hacen más rico, son las que te hacen sonreir. Yo no me considero un tipo codicioso, no necesito muchas joyas, me conformo con volver a sentirme vivo. Quiero volver a sentir que alguien se preocupa por mi. Quiero volver a sentir que hay alguien de quien me quiero preocupar. La felicidad es un arma de doble filo: no hay nada mejor cuando la tienes, pero si la pierdes te quedas hecho polvo, porque al final del día es cuando te das cuenta de que lo importante, seas un capullo o un iluminado, es que tienes dos opciones, y hay que elegir: puedes elegir la opción fácil, dejarte caer, y hundirte; o puedes elegir la opción difícil: seguir buscando, y entonces, si tienes un poco de suerte, una de esas joyas pasara por delante para darte el valor necesario, y volver a la superficie."